domingo, 25 de marzo de 2012

El negocio 'a la sombra' de la banca: un 30% del sistema financiero mundial


Un hombre cuenta dólares y yuanes. | Stringer Shanghai
  • Un hombre cuenta dólares y yuanes. | Stringer Shanghai
    Un hombre cuenta dólares y yuanes. | Stringer Shanghai
  • La 'banca a la sombra' agrupa fondos, Sicav y aseguradoras, entre otros
  • Los fondos españoles tienen invertidos 100.000 millones en este país
  • Más de la mitad, 55.000 millones, están en deuda pública española
  • La desregulación y el dinero 'barato' provocaron la crisis financiera


Cerca del 30% del dinero que mueve el sistema financiero mundial no lo gestiona la banca comercial, lo gestiona la llamada 'banca en la sombra'.Una parte de ella financia a países y empresas mientras otra apuesta contra ellos para cobrarse los seguros frente a impagos. Otra, a su vez, se limita a invertir tomando como referencias índices bursátiles y mercados de materias primas.
Es decir, la 'banca en la sombra' abarca una nebulosa gigantesca de actividades financieras, desde la inversión a la especulación, y su principal diferencia con los bancos tradicionales es, grosso modo, que estos últimos están más controlados porque de sus actividades dependen los ahorros de sus clientes, no sus inversiones de riesgo.

46 billones de euros, tres veces el PIB de EEUU

El Panel de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) estima que la 'banca en la sombra' gestionó 46 billones de euros en 2010, entre el 25% y el 30% de todo el dinero movido por el sistema financiero.
Mientras la banca comercial basa su negocio -en principio- en el margen entre lo que paga por acumular depósitos y los intereses que cobra por prestarlos, la 'banca oculta' asume operaciones de más riesgo. En teoría.
Esta abarca los fondos de inversión, desde financiación a empresas a inversiones de alto riesgo a corto plazo; Sicav y 'hedge funds'; aseguradoras contra impagos de activos financieros; firmas de titulización de activos, como la compra de hipotecas de diferentes calidades para venderlas en paquetes; y otra variedad de operaciones.
El peso de esta 'banca' en el sistema financiero de cada país varía de un continente a otro. Frente al 40% de Estados Unidos, en Alemania y España mueve un 5% y 3% del dinero, respetivamente.

Borrachera de dinero

La 'banca oculta' movía 21 billones de euros en 2002. En 2010, dos años después de la caída de Lehman Brothers, fueron 46 billones. "Wall Street se emborrachó, y ahora está de resaca", dijo el ex presidente estadounidense George W. Bush en 2008.
El origen de la crisis financiera se remonta a 2003, cuando el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan luchó contra la crisis de las 'puntocom' con una política monetaria expansiva que inundó los mercados de dinero fácil.
Como el precio del dinero era barato, los depósitos eran menos rentables que conceder hipotecas. A la concesión masiva de estas se sumó una desregulación que facilitó agruparlas en paquetes independientemente del riesgo de impago de cada préstamo. Con estos bonos especularon bancos y fondos de inversión, muchos de ellos endeudados por encima de sus posibilidades, y se utilizaron como aval de créditos concedidos unos a otros.
Cuando los ciudadanos con 'hipotecas basura' no pudieron pagarlas, en torno a 2006, estos bonos empezaron a dar pérdidas arrastrando con ellas a otras hipotecas de alta calidad. La opacidad del sistema hizo el resto: los bancos dejaron de confiar unos de otros, dando lugar a pérdidas que se llevaron por delante a entidades como Lehman Brothers (2008).

Promesas de regulación

Reguladas parcialmente hasta hoy, ampliar el control de estas empresas es una de las promesas que ha hecho el G-20 en sus pomposas cumbres de la crisis financiera. En la de Londres de 2009 se diseñó el Consejo de Estabilidad Financiera, heredero del Foro de Estabilidad Financiera de 1999, con la misión de hacer recomendaciones para la supervisión de la 'banca en la sombra', algo en lo que se insistió durante las cumbres de Seúl (2010) y Cannes (2011).
El último paso lo ha dado la Comisión Europea, que abrirá una consulta pública para analizar si se deben ampliar los controles a esta parte del sistema financiero.

Fondos de inversión

"Invertir en un fondo de inversión es comprar participaciones en una cartera de activos", describe la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Son vehículos de inversión colectiva y se pueden desglosar en inversión mobiliaria (activos financieros) e inmobiliaria, activos menos líquidos que abarcan desde pisos a obras de arte o sellos.
Los inversores no tributan "hasta el momento en que venzan los depósitos, vendan las acciones o bonos o sus acciones, así como cuando reciban dividendos o intereses", señala Inverco.
Las instituciones de inversión colectiva españolas tienen invertidos más de 100.000 millones de euros en este país. De ellos, más de la mitad, unos 55.000 millones, han sido destinados a adquirir deuda pública, según los cálculos de esta asociación.

'Hedge funds'

Los fondos de inversión libre, también conocidos como fondos de cobertura o 'hedge funds' (en inglés), son vehículos de inversión colectiva en activos financieros.
En España, para participar en ellos, la inversión mínima es de 50.000 euros. A diferencia de las instituciones de inversión colectiva tradicionales, no se les aplican los límites de concentración de fondos y "pueden endeudarse hasta cinco veces el valor de su activo". Sólo se pagan impuestos sobre las plusvalías obtenidas al reembolsar la inversión.
Muchos 'hegde funds' son pequeños, pero entre otros hitos históricos de los más grandes están explotar los agujeros de la economía. George Soros, por ejemplo, forzó la devaluación de la sobrevalorada libra británica en 1992 y una alianza de 'hedge funds' han lanzado unaofensiva contra el euro desde 2010 que ha obligado a sus países a ajustar sus altos niveles de endeudamiento y déficit y a unificar sus políticas fiscales.
Para ampliar su supervisión, la Unión Europea aprobó una directiva en 2011 que le permitirá intervenir si el endeudamiento de estos fondos pone en riesgo la estabilidad del sistema financiero.
Sin embargo, Reino Unido, donde operan un 80% de los hedge funds europeos, logró imponer su criterio a Francia: los operadores nacionales podrán expedir un pasaporte para operar en todo el mercado común a estos fondos de inversión. Así, los situados en Jersey y las islas Caimán podrán operar en cualquier país socio a partir de 2015 con permiso británico.
Al otro lado del charco, en Estados Unidos, la profunda reforma Dodd-Frank incluyó entre otras leyes que los 'hedge funds' que gestionen más de 150 millones de dólares ajenos sean supervisados por el regulador bursátil (la SEC). Por ello Soros convirtió su fondo en un vehículo de inversión familiar para eludir la vigilancia.

Sicav

Las sociedades de inversión mobiliaria de capital variable son instrumentos de inversión colectiva con la diferencia de que sus participantes pueden decidir dónde invertir sus fondos.
En España se les exige tener un mínimo de 100 participantes y tributan un 1% anual más el impuesto aplicado a las plusvalías una vez reembolsadas. Según Inverco, "el volumen de activos de las Sicav europeas registradas en España es de 45.000 millones de euros, frente a los 24.000 millones de las Sicav españolas".

Fondos de pensiones

Funcionan igual que el resto de instituciones de inversión colectiva, pero con una serie de requisitos que protegen más al futuro pensionista.
Tributan al tipo del 0% para evitar la doble tributación de sus partícipes, quienes pagarán impuestos como renta o renta de trabajo en el momento de recibir su pensión, considerada un salario diferido.
La legislación obliga a diversificar las inversiones para evitar la pérdida de todo el patrimonio. Por ejemplo, no acumular más del 10% de la inversión total en empresas de un mismo grupo ni más de un 2% en valores no admitidos a negociación en mercados regulados.

Fondos del mercado monetario

Estos fondos, (MMFs, en inglés), ofrecen inversiones parecidas a los depósitos de los bancos comerciales, pero no están garantizadas por los reguladores.
Ofrecen un interés mayor que los depósitos comunes a cambio de un riesgo superior: invierten en deuda pública o empresarial a plazos determinados sin la protección del Fondo de Garantía de Depósitos, "lo que les hace vulnerables a reembolsos masivos" en caso de dudas, como ha podido pasar con la crisis griega, según denuncia Bruselas.

Fondos cotizados

Una alternativa a la compra de acciones de empresas individuales es invertir en fondos cotizados, productos que agrupan una cartera de valores de los índices bursátiles y que se pueden vender y comprar mientras el mercado está abierto. Su supervisión está regulada por organismos como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Su ventaja es la facilidad para invertir en un mercado diversificado y que pagan los dividendos de las acciones compradas. Sin embargo, Bruselas incide en los altos niveles de apalancamiento con el que operan los bancos de inversión en ellos.

Compañías de seguros de crédito

La permuta de incumplimiento crediticio (Credit default swap, CDS, en inglés) son seguros frente a impagos en productos financieros, como por ejemplo un préstamo.
Una de las claves de la crisis financiera es que estos seguros se pueden comprar sobre activos que no se tienen en propiedad, lo que se llaman 'CDS desnudos'. Es decir, se puede asegurar deuda griega con la esperanza de cobrarla en caso de impago: en otras palabras, una apuesta.
El Parlamento Europeo prohibio esta práctica en noviembre de 2011, año y medio después de estallar la crisis del euro y tres después de la intervención de American International Group (AIG), un gigante asegurador que hubiese arrastrado al sistema financiero como una fila de fichas de dominó de no haber podido pagar los seguros financieros que firmó durante los años de bonanza.
Por ejemplo, la quita de Grecia ha supuesto la ejecución de unos 2.420 millones de euros para cobrar seguros.

Pros y contras de la 'banca en la sombra'

Bruselas cree que este tipo de 'banca' es útil para el sistema financiero, pero reconoce además sus riesgos para provocar otra crisis.
Entre sus bondades están ofrecer a los inversores alternativas a los depósitos bancarios; canalizar los flujos de capital a actividades más especializadas; y financiar la economía real, desde países a proyectos en I+D de empresas.
Además, desarrollan productos financieros nuevos mediante la titulización de otros activos. Por ejemplo, la agrupación en bonos de las hipotecas para generar nuevos préstamos fue el motivo por el que nacieron Fannie Mae y Freddie Mac.
Sin embargo, al mismo tiempo representa una serie de riesgos por su falta de control, algunos de ellos sistémicos: al tener menos restricciones de capital que la banca, una retirada de patrimonio puede ser letal para los fondos. A ello se suma que muchas inversiones se basan en un alto apalancamiento, por lo que el impago de deudas puede provocar una reacción en cadena con otras entidades, provocando así un colapso sistémico.
Por último, la opacidad de la 'banca en la sombra' es perfecta para evadir impuestos y ocultar la financiación de actividades ilegales. Además, la banca comercial puede sacar de sus balances algunas operaciones problemáticas con filiales dedicadas a la 'banca en la sombra', evitando así las inspecciones de los reguladores. Ello fue una de las principales causas de la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión.

Fuente: Diario El Mundo
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